Hace ya un ano y medio. El L fue atacado brutalmente y pasaron cosas terribles. Entre otras, las carreteras y puentes fueron bombardeados, así como las fuentes de agua, combustible y otros artículos de primera necesidad. En un momento, el sur del L quedó aislado, con todos los puentes destruidos. No había posibilidad de llevar agua ni comida y era pleno verano. Los camiones de la Cruz Roja y de Naciones Unidas estaban esperando a un lado del río. Los camiones congeladores con los cadáveres estaban esperando para pasar de sur a norte.Solamente había una posibilidad, y era construir una carretera sobre el cementerio, y así tuvo que ser. A los pocos días, los coches empezaron a circular. Las familias que tenían parientes debajo del asfalto, pasaban el día sentados al lado de la carretera.
Era muy triste.
Esta mujer había perdido en esta casa a toda su familia.
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