De hecho, hay una canal que lo cruza, exactamente igual que el resto de los canales que estructura a la ciudad. En el canal había monitores, esa especie de lagartos cocodrilo, y pitones, además de toda una serie de peces blancos, no se si lucios, grises y de colores, grandes y pequeños, igual que en cualquier canal, incluido el de nuestra casa y ese en el que vive Marta y del que cuenta que su gato una vez estuvo esperando a que llegara de trabajar dentro de una serpiente pitón. Después de horas de buscarlo, tuvieron que matar a la pitón y extraerlo de su estomago. Este episodio papa nos lo ha contado con el Principito de Saint Exupery regalo de Abu, en el que un adulto cuerdo confunde un sombrero con una serpiente boa que se ha tragado un elefante.
Las jirafas y cebras también parecían en su entorno. Las jirafas nos ofrecieron un intento de apareamiento y las primeras lecciones sobre cigüeñas parisinas a un niño de cuatro anos.
Ha sido muy cansado ver todo esto. Tan cansado que nos hemos ido a comer cangrejo a un lugar con música tailandesa y el brother y yo nos hemos quedado dormidos y hecho al papa cargar nuestros pesos inertes sobre sus dos pobres vértebras lumbares.
Papa ha dicho que no se puede todavia ir de Bangkok, que le quedan dos cosas importantes, una aprender taichi y otra comer cangrejo en salsa de curry amarillo y huevo.
No comments:
Post a Comment